restoranes en parís

París a la carta

Cuatro restoranes en la capital francesa dan cuenta de una cuidada gastronomía y una potente propuesta en decoración.

SERGENT RECRUTEUR

En la isla Saint-Louis (una de las dos que hay en el Sena), un antiguo albergue ha dado cabida a este restorán que el reconocido diseñador español Jaime Hayon ha convertido en uno de los sitios más fashion de la capital francesa. Le Sergent Recruteur impone un estilo insólito ya en la entrada, con un caballero en armadura. En el interior, a pesar de que ha dejado al descubierto las vigas de madera y los muros de piedra, apuesta por lo chic, mezclando muebles europeos estilo años 40 y actuales, y dando cabida a mármoles y una iluminación muy sofisticada.

Pero no todo es decoración; en la cocina, que es visible desde el comedor, se puede ver al chef Antonin Bonnet y su equipo elaborar una impresionante cantidad de platos, que van desde la gelatina de conejo rex Poitou hasta la tapenade de setas, o las aves preparadas con berenjena y sésamo. Pero sobre todo se puede saborear una excelente carne que proviene de los pastizales de los Alpes, muy similar a la de Kobé en Japón. ¿Quiénes lo frecuentan? Muchas celebridades, desde Catherine Deneuve o Charlotte Casiraghi a Hervé Van der Straeten y Bruno Frisoni.

 

CAFE FRANÇAIS

Los hermanos Gilbert y Thierry Costes, ya proprietarios de quince restoranes de moda –el Café Georges, el Ruc y el Café Beaubourg entre ellos–, acaban de abrir el Café Français en la Plaza de la Bastilla. Es un espacio para la fusión decorativa y gastronómica. De la mano de la interiorista India Madhavi, las privilegiadas vistas se envuelven en una escenografía palaciega y sofisticada, un estilo entre belle époque y vintage años 60, con sillones extremadamente confortables y salpicada de colores blanco, azul y rojo, en homenaje a la bandera tricolor y a este barrio tan simbólico.

En cuanto a la cocina, en manos del experimentado Pascal Lognon-Duval, veinte personas se activan para preparar un menu típico de brasserie, pero provisto con los mejores productos del mercado. La mejor sorpresa es el postre de milhojas, quizás el más espectacular de París. Una clientela internacional y fashion, sobre todo durante las semanas de la moda.

 

MONSIEUR BLEU

El arquitecto Joseph Dirand, muy en boga en este momento, fue el encargado de renovar el Monsieur Bleu, ubicado en el ala oeste del legendario Palais Tokyo, a orillas del Sena y de la Torre Eiffel. Es como un ovni panorámico; la arquitectura es monumental y recurre al mármol de Connemara y a las placas de metal. La decoración es rigurosa y refleja el estilo del arquitecto austríaco Adolf Loos, un referente para Dirand. Los muebles fueron hechos a medida y tapizados con la mejor pana aterciopelada, siempre en tonos verdes y grises.

El menú está a cargo de Benjamin Masson y ofrece una selección de clásicos revisitados de la cocina francesa además de platos internacionales, como el vitello tonnato italiano, el rollo de langosta o la pavlova. Entre sus clientes figuran el diseñador japonés Kenzo Takada, el norteamericano Rick Owens y la actriz Scarlett Johansson.

 

REGALADE CONSERVATOIRE

¿Cómo eran los tradicionales comedores parisinos del siglo pasado? Seguramente algo parecidos al del nuevo restorán firmado por el arquitecto Jean-Michel Wilmotte, cuyo sello es la tradición renovada y el estatus. Pisos en damero, muros pintados en una paleta de tonos muy actuales, madera noble y muebles de líneas puras y sencillas pero rotundas, son parte del concepto chic cotidiano que se le quiso impregnar. El espacio tiende a recrear un ambiente lo más doméstico posible, con una variada biblioteca y un bar siempre lleno que completan la escena. Una mezcla enérgica que revitaliza la atmósfera noble de un clásico edificio del siglo XIX y que se ha convertido en punto de encuentro de los nuevos bohemios y todos aquellos a los que les reconforta ver y ser vistos.

Un menú único con cinco entradas, cinco platos y cinco postres a elección conforman la carta. Imposible no recomendar el huevo cocido a 64 grados, que lo convierte en un manjar cremoso y crujiente servido con lentejas y haddock (un pescado).

Los asiduos: todos aquellos que dictan la moda, pero también artistas y hombres de negocios.

 

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