La verdadera razón de por qué tiene tan larga su barba no es ni por moda ni porque hizo una manda. Simplemente, porque cuando nació su hijo Isidoro decidió dejársela crecer ya que “antes los papás tenían barba”, explica Cristóbal Palma. Sin lugar a dudas ésta se ha transformado en toda una cábala, pues desde que la tiene ha sumado más y más aciertos a su consolidada carrera, llegando incluso a traspasar las fronteras de la fotografía.
Colaborador de ED desde hace años, el premio a mejor fotógrafo 2013 es otro reconocimiento más a su trabajo siempre tan bien hecho. Minucioso y perfecto, estudiado y decantado, cada luz, toma y paso que da este hombre lo han hecho alcanzar el lugar en el que está hoy. Además de sus tomas de arquitectura, este premio se debe a la diversidad de obras realizadas el año recién pasado. Por una parte, presentó la muestra Espacio continuo en ZavaletaLAB en Buenos Aires –inaugurada el 2012 en la Galería AFA, curada por Camilo Yáñez y con la colaboración de Mario Marchant– y que consistió en el registro tipológico de los caracoles comerciales construidos en Santiago entre 1974 y 1983, a la que se le sumó un libro del mismo nombre que recopila este trabajo. También, saltó a la pantalla grande representando a Jerónimo en la película Las cosas como son de Fernando Lavanderos. Película premiada en el Karlovy Vary International Film Festival –uno de los certámenes más importantes del mundo– y ganadora en su categoría en el Festival de Cine de Mar del Plata. Por este trabajo Cristóbal recibió conjuntamente premios como “mejor actor” en Alemania, Argentina y Chile. Además, desarrolló micro documentales sobre arquitectura, videos de por lo general no más de cinco minutos y que ha presentado en Canadá, Colombia, Portugal e Italia. El corto Pilling Up ganó en su categoría en el ArqFilmFest, un festival de cine y arquitectura que desde el 2012 se hace en Santiago.
“La transición de la fotografía al cortometraje fue bastante espontánea. Hace un tiempo ya que se están integrando las tecnologías de foto y video en el mismo equipo, por lo que no es inusual que los fotógrafos empiecen a experimentar con el trabajo audiovisual. Y en ese contexto lo hice yo también. Fue casi un accidente, me di cuenta que tenía un equipo que era capaz de realizar muy buenos registros en videos, me puse a hacer ejercicios y noté que se complementaba muy bien con el trabajo de fotografía que hago, que es principalmente de arquitectura”.
Y a todo esto se suma que una de sus fotos fue adquirida por el MoMA de Nueva York. Se trata de una imagen de mediano formato tomada el 2008 y titulada Sin título (Lina Bo Bardi’s SESC Pompéia, São Paulo, 1977–86), que muestra el Centro Cultural SESC de Pompéia levantado por la arquitecta Lina Bo Bardi en São Paulo. “Me tocó conocer a los curadores del MoMA, que tienen relación con algunos arquitectos chilenos con los que trabajo, entonces ya conocían mi obra y estaban interesados. Después apareció un coleccionista que se ofreció a hacer la adquisición para donarla a este museo –una de las maneras que tiene este lugar para adquirir trabajos– y así funcionó todo”, dice.
De más está decir que este premio le sumará varias páginas de internet más a las casi ocho millones que se asocian a su nombre al hacer click en Google.
Fotografía parte de la exposición Espacio Continuo, caracol Unión Latinoamericana. Diseño de José Manuel Sepúlveda y Eugenio Orellana, 1979.
"Sin título", (Lina Bo Bardi's Sesc Pompéia, Sao Paulo, 1977-86). Cristóbal Palma tomó esta foto en Sao Paulo en el 2008 y hoy es parte de la colección permanente del Museo MoMA de Nueva York.
Después de presentarse en la Galería AFA, la exposición Espacio Continuo se exhibió en Buenos Aires. Aquí, el Caracol VIP's, diseño de Sepp Michaeli y Ricardo Alegría, 1979.
