Óptica

Tipografía hecha en Chile: cuando diseñar letras es construir cultura visual

Vemos letras en todas partes: En las vallas de un estadio, en la pantalla de tu celular, en una etiqueta de vino o en los títulos de una serie en Netflix. También en los grandes eventos deportivos. Pero lo que pocos saben es que su diseño —la tipografía— es lo que permite que el mensaje se comunique con claridad, legibilidad e intención. 

La tipografía es una herramienta fundamental de la comunicación visual, aunque no siempre lo notemos. Las grandes marcas del mundo invierten en fuentes diseñadas a medida para sus campañas, sus sistemas de branding o su comunicación institucional. Y no estamos hablando solo de logotipos. Así como tú eliges entre Arial o Times para redactar un informe, empresas como Zoom App —sí, la misma que usas para teletrabajo— han encargado tipografías exclusivas, y en este caso lo hicieron directamente en Chile, a la fundición Latinotype. Un ejemplo reciente es la comunicación gráfica de la Copa América, que utilizó la tipografía Branding —fuente oficial de Conmebol— en estadios y material promocional.

Este 2025, la categoría Tipografía cumple su cuarta edición en los Premios Chile Diseño. Y eso no es un dato menor, representa un hito para quienes llevamos años trabajando en el diseño de letras en un país donde esta práctica ya suma casi 25 años de desarrollo.

Desde su incorporación, esta categoría ha visibilizado proyectos tipográficos desarrollados en Chile y ha destacado al diseño de fuentes digitales como una disciplina profesional con impacto real en la cultura visual. Las tipografías están presentes en sistemas de señalización, publicaciones editoriales, productos culturales y todo tipo de interfaces. Pero para que esta categoría siga creciendo, necesita lo más importante: que quienes diseñamos tipografías nos involucremos activamente y postulemos.

Diseñar una fuente digital rara vez es un trabajo solitario: casi siempre hay una contraparte —una marca, un cliente, una institución o un estudio— que le da contexto y propósito. Por eso, en esta edición, invitamos especialmente a las y los diseñadores tipográficos a activar ese vínculo con quienes han usado sus tipografías. Porque muchas veces, quienes diseñamos no tenemos control sobre los usos que tendrá una tipografía una vez publicada. Y cuando autoría y aplicación se articulan, cuando hay un diálogo entre quienes diseñan y quienes implementan, el proyecto tipográfico se fortalece como parte de una solución mayor.

En las últimas ediciones, hemos visto cómo fuentes desarrolladas en Chile han logrado trascender el entorno especializado y conectar con marcas relevantes, campañas públicas, productos culturales. En la versión 2024, por ejemplo, Fontanella, una sans serif de estructura humanista diseñada por Latinotype, recibió el primer lugar en la categoría Tipografía por su aplicación en la carátula del disco vinilo Fiat 600 del músico Jorge González, bajo la dirección de arte de la diseñadora Yvonne Trigueros. Un caso concreto de colaboración entre diseñadores de fuentes y diseñadores gráficos que llevó a una solución visual potente y coherente.

Desde Chile Diseño hemos observado cómo esta categoría ha permitido reconocer un oficio altamente especializado, que exige formación y sensibilidad visual, dominio de herramientas digitales y una fina comprensión del lenguaje gráfico.

Porque una tipografía no vive en el archivo donde fue creada. Vive cuando se implementa, cuando se lee, cuando sostiene un mensaje. Y también cuando se reconoce públicamente.

 

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