Me encanta ir a ferias de antigüedades, ir a remates, al Bío Bío. Compro tacitas, candelabros… Y cuando voy a Buenos Aires, voy a San Telmo. La última vez me traje unas copas de vino antiguas, divinas. La tetera con el azucarero y el cremero eran de la suegra de mi suegra.
Uso estas cremas de la marca NuSkin, que me traigo de Argentina y son un muy buen secreto… Te rejuvenecen 10 años. Yo las estoy probando hace poco, vi resultados en amigas mías en Argentina y te juro que no se puede creer.
Junto las etiquetas de la ropa, porque en general son lindas. Tienen como un detalle de inversión. Tengo miles, una bolsa llena, y sigo juntando.
Me encantan las mamushkas. Mis amigos me traen de regalo todo lo que tenga esa forma. De hecho me quiero tatuar una en el antebrazo.
Me encanta tejer crochet. La funda de este sofá la hicimos con una nana que yo tenía y estuvimos haciendo cuadraditos todo el año. No hay nada para mí como tejer a crochet, son momentos en que tengo la mente en blanco. A veces le digo a mi marido y a mis hijos: “No me molesten, necesito no pensar”.
Esta cartera era de mi mamá, debe tener por lo menos 40 años y la sigo usando. En Argentina tengo una colección de sus vestidos, que nunca se los dejé regalar, ni tirar ni nada.
Yo no puedo salir de casa sin perfume, eso es algo que heredé de mi mamá. Si me llego a olvidar, me devuelvo, y siempre ando con uno chiquito en la cartera por las dudas. Hace años que uso el Happy de Clinique, es mi perfume.
Los zapatos son lejos lo que más me gusta. Tengo muchos, no sé si los puedo contar. Tengo zapatos buenos, caros, y otros de la ropa usada… les cambio la suela y los uso.
Mi vestido de matrimonio, que es este morado, me lo compré en Nostalgic. Le puse una faja amarilla y zapatos amarillos y un ramo de flores de hartos colores. Yo, que siempre ando de colores oscuros, me rebelé.
Mis hijos tienen toda la colección de Cars y jugamos juntos. La Elastigirl es mi muñeca preferida y ellos siempre me la guardan. La encontré en una tienda de cosas usadas hace como 7 años.
La maleta de leopardo me la compré acá, en las antigüedades y la amé. La cartera de Prüne es de una colaboración que hizo la diseñadora Concepción Blaquier, y no pude decir que no. Es divina.
Me encantan las revistas. Todas las del mueble son de moda y las releo cuando tengo tiempo. Siempre me traigo la Ohlalá! de Buenos Aires, las tengo casi todas desde que empezó. Y estoy suscrita a la Vogue, a la W, a la Architectural Digest; me encantan las de diseño también.
Estas dos chaquetas las amo. La de cuero es Rapsodia, no me la saco jamás, la uso verano, invierno, con lo que sea. La otra es de Cora Groppo. Parece de cuero, pero es tela y queda espectacular.