La Fontana de Trevi renovada

Luego de 17 meses de trabajo, uno de los más famosos monumentos italianos volvió a ver la luz.

El monumento, uno de los más antiguos de la arquitectura romana, representa al océano en una una carroza en forma de concha tirado por caballos marinos dirigidos por tritones y está construido en mármol travertino. Al centro resalta una gran estatua de Océano, figura de la mitología griega. La Fontana de Trevi alcanzó la fama mundial cuando se convirtió en el espléndido marco de una escena de “La Dolce Vita” en la que una provocadora Anita Ekberg se baña en las aguas de la fuente a vista y paciencia del personaje de Marcello Mastroianni.

El paso de los siglos habían deteriorado la piedra del monumento. Para recuperar el esplendor de la famosa película de Fellini, la casa Fendi invirtió 2,2 millones de euros. Diecisiete meses debieron transcurrir para abrir otra vez uno de los más famosos monumentos romanos, en la que trabajaron 26 restauradores. Sin embargo, no se privó al público de su belleza, sino que se ideó un ingenioso plan para que los turistas pudieran apreciar el trabajo de restauración, periodo en el cual la visitaron 3 millones de personas.

Además de los arreglos cosméticos, se hizo una limpieza profunda a los conductos de agua, instalando un nuevo sistema de ósmosis que permite que éstas fluyan sobre el mármol sin dañarlo.

La construcción de la célebre fuente de estilo rococó fue iniciada por Nicola Salvi en 1732 y terminada en 1762 por Giuseppe Pannini. Entre quienes la visitan existe la tradición de tirar una moneda a la Fontana para asegurar su retorno a la Ciudad Eterna.

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